El Estado construirá sus propios drones para
defensa y patrullaje
El gobierno nacional oficializó el proyecto de aeronaves
no tripuladas de gran porte. Costará más de 2.000 millones
de pesos y demorará unos seis años
Avanza el proyecto para que el Estado argentino construya sus propios
Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT), mejor conocidos
como drones. Este martes, el gobierno nacional publicó en el
Boletín Oficial el contrato firmado entre el Ministerio de
Defensa de la Nación y la empresa estatal Invap para dar el
puntapié inicial al ambicioso proyecto que aspira a construir
dos tipos de aeronaves de gran porte.
A través de la cuestionada Fábrica Argentina de Aviones
(FAdeA), el Gobierno ya tenía un proyecto para la producción
estatal de drones destinados a la comercialización en el mercado.
Pero el proyecto del Sistema Aéreo Robótico Argentino
(SARA) es una propuesta que no estará orientada a los consumidores:
el objetivo es construir dos tipos de drones, los clase II y clase
III, para su uso en proyectos de defensa o patrullaje.
El contrato, publicado a través de la Decisión Administrativa
1/2015, establece que se invertirán más de dos mil millones
de pesos ($2.095.900.000) en un plazo de unos seis años para
la construcción de los prototipos y la transferencia de tecnología
necesaria. Una vez que se haya logrado, se firmará un nuevo
contrato para comenzar su producción en serie.
El primer modelo del proyecto SARA fue probado en agosto de 2014,
en las afueras de la ciudad de Córdoba, según puede
verse en el video publicado por Invap.
Los VANT clase II y clase III son dos tipos de drone de máxima
complejidad. Los clase II suelen ser considerados de tamaño
mediano, tienen una capacidad de carga de entre 50 y 100 kilos y pueden
volar hasta los 5.000 metros de altura. Su mayor complejdiad les otorga
una autonomía de vuelo de hasta 12 horas y un rango operacional
de hasta 200 kilómetros. Los clase III, por su parte, tienen
una capacidad de carga de entre 250 y 500 kilos, pueden elevarse hasta
los 10.000 metros, tienen una autonomía de vuelo de más
de 20 horas y cuentan con un rango operacional de entre 500 y 1.200
kilómetros.
"Estas aeronaves, bastante más grandes que las de la
clase I, van a integrarse al Sistema Nacional de Vigilancia y Control
Aeroespacial (SiNViCA), para el que Invap y Fabricaciones Militares
han venido desarrollando y produciendo radares los últimos
años", explicó días atrás el secretario
de Ciencia y Tecnología de la Nación, Santiago Rodríguez.
El SiNViCA lleva su nombre por las siglas del Sistema Nacional de
Vigilancia y Control Aeroespacial, proyecto para la radarización
y vigilancia de las fronteras del país.
El uso de drones se popularizó en los últimos años.
Ya no son noticia sólo por su uso militar, sino también
por el uso que le dan los usuarios particulares. Por la fuerte baja
en sus precios, pueden verse cada vez más VANT en las ciudades
argentinas. Para llenar el vacío legal que existe en la regulación,
el Gobierno ya trabaja en un proyecto para prácticamente prohibir
su uso en las grandes ciudades.