Una historia de loncos

Ser o no ranquel, esa es la cuestión

San Luis (Pelr) 15-09-10. Las diferencias entre Walter Molleta y José Barreiro comenzaron a poco de ser "restituídas" las tierras al sur de la provincia. El tema era un secreto a voces. Pascuala Guaquinchay, en una entrevista que se le realizó cuando se aprobó la expropiación del Parque Nacional Sierras de las Quijadas, se limitó a decir cuando se la consultó sobre el potencial conflicto: "Hay hermanos que están haciendo cosas equivocadas", palabras más, palabras menos. Pero el "equívoco" terminó con uno de los caciques ranqueles literalmente en la calle. Fue sacado casi a los empujones del territorio que el gobierno les había dado al sur de la provincia. Contraviniendo lo que el propio Alberto Rodríguez Saá había anunciando, una supra autoridad decidió lo que, según el mandatario, debía ser resuelto por la autoridad india.

José Barreiro debió dejar el aduar junto a su familia "el 23 de agosto", según relató a Periodistas en la red su abogado, Andrés Bazla. Desde entonces deambulan con sus pertenencias y todavía no logran que le resuelvan el problema de la vivienda.

Alberto Rodríguez Saá, en el acto fundante que realizó con la comunidad ranquel, explicó que el que se acababa de crear era una especie de Estado dentro del Estado. Más allá de la concepción de comunidad que les daba el término Nación, esta tendría un status especial y que allí, incluso si la policía debía realizar un procedimiento, debía pedirle permiso primero a los loncos: a saber Walter Molleta y José Barreiro, cada uno representante de una línea familiar.

En esa oportunidad, cuando expiraba julio de 2009, la crónica del sitio oficial del gobierno señalaba: "Con este acto se fortalece el reconocimiento de igualdad de todos los pueblos sin distinciones de ninguna naturaleza y el derecho de las Comunidades Originarias, a la libre determinación, a la autonomía de sus asuntos internos y comunitarios, a su identidad como ciudadanos del estado Nacional en el que viven".

Pero las cosas no sucedieron así y Pascuala Carrizo Guaquinchay, titular del Programa de Culturas Originarias, procedente de la comundiad Huarpe, se habría erigido en una especie de supra autoridad y fue ella, junto a siete policías quien desalojó a Barreiro de las tierras que habían entregado a los ranqueles.

En términos políticos, podría hablarse de un golpe de Estado, ya que Barreiro era la autoridad constituída y reconocida por su comunidad.

La razón aparente, según contó el abogado, fue un episodio de abigeato en el que habría estado involucrado Barreiro, pero "no existen actuaciones ni denuncias judiciales por ese hecho", indicó el letrado, "tampoco ha aparecido denuncia policial alguna".

Bazla dejó entrever que por lo que Barreiro le había contado, la raíz del problema podría ser otra, ya que el lonco, en una reunión que mantuvieron con el gobernador, le preguntó por unos fondos de origen internacional, destinados a sostener a las culturas originarias. "El encuentro se terminó abruptamente", sin que mediara respuesta.

Más allá de que se pueda estar o no de acuerdo con la creación de un Estado dentro del Estado, como ocurría con la denominada "Nación Ranquel", fueron esas las reglas de juego que el mismo gobierno impuso en el momento de la llamada "restitución de tierras" y ahora parece haber sido dejada de lado por los mismos que la fomentaron.

En declaraciones a la prensa, Barreiro sostuvo que "el gobernador no sabe nada de esto" e intentó finalmente protegerlo de las críticas, pero la pregunta realizada tiempo atrás al mandatario, lo habría incomodadoy habría marcado su destino.

También parecen haber generado recelo las abiertas críticas al manejo de los fondos conseguidos a través del alquiler para el pastoréo, de los que se infiere que alguien se llevaba la parte del león, mientras que a las familias les repartían apenas mil pesos a cada una.

Pero el tema de fondo, aún cuando hubiesen sido ciertos los episodios de cuatrerismo -cosa que no está ni mínimamente probado, según Bazla- Barreiro merecía un juicio justo, con el debido derecho de defensa y, siguiendo el camino de las hipótesis, aún cuando hubiese sido encontrado culpable, eso no le quita su condición de Ranquel y los derechos que a él y a su familia se le habían conferido por ley. "Para toda la vida, por siempre y para siempre", según las propias palabras del gobernador.

El 28 de julio de 2009, al firmar el decreto, el Primer Mandatario Puntano dijo que “éste es el inicio de un camino debemos ser generosos es un decreto de necesidad de urgencia con vigencia a partir de hoy y que tiene dos o tres partes mas, restitución de tierras que tienes características especiales porque son para la eternidad, igual que Argentina que es un territorio que no se puede vender, es inalienable en ese terreno tendrán su soberanía, es un terreno con status es para siempre del pueblo Ranquel, no se puede embargar comprar y ellos puede hacer actos para aprovechar y explotarlo alquilarlo para pastaje convenios para plantar soja, no pueden aparecer vivos para apropiarse de esta tierra la restitución es plena con reconococimiento territorial a través de sus legitimas autoridades”, indicó Alberto Rodríguez Saá. (ver la nota completa en el sitio oficial del gobierno)

Hasta anoche, momento en que se realizó la entrevista telefónica con Bazla, no habían conseguido que se le resolviera el tema de la vivienda a Barreiro, que es "lo más urgente" según relató su abogado, porque hoy están en el desamparo.

Aunque el tema central es más profundo aún y a poco de andar el gobierno se encontró con el primer problema serio que deberá resolver de manera ecuánime, si es que es cierta su política reivindicativa. Sino, habrá sido otra pose más para la foto.

Informe: Gustavo Senn
gustavosenn@gmail.com

 

 


A Barreiro le sacaron hasta la camioneta que le habían puesto a su nombre

Según Barreiro, Walter Molleta (foto) resuelve las cosas a punta de facón

 
   
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