Cuestionamientos a Al Gore
Una mentira cómoda y provechosa
"Con motivo de la visita de Al Gore a nuestra ciudad, recorde
este envío del Dr. Rafael Fernandez Rubio, Premio Rey Jaime
I a la Proteccion del Medio Ambiente en España, que resulta
sumamente revelador. Al menos es una opinion disidente", señala
el autor del reenvío que circuló a través de
la lista de los docentes universitarios. Un documento que cuestiona
al Nóbel de la Paz 2007 de reciente paso por nuestra provincia.
Resulta intersante su lectura. Dice que Una verdad incómoda,
es una película bien hecha, pero "plagada de mentiras"
y cuesiona, entre muchas otras cosas, los gastos energéticos
que hace en su vida privada el ex vice presidente de los EEUU.
Una mentira cómoda y provechosa
Para vergüenza de muchos Al Gore ha recibido el Premio Príncipe
de Asturias de Cooperación Internacional (?). Un catastrofista
que, a las falsedades de su propaganda, une la incongruencia de su
comportamiento.
Pese a "ir de verde" por la vida, este ex Vicepresidente
de los Estados Unidos, para nada se aplica sus recetas, y consume
veinte veces más energía que una familia media, y esto
lo ha sacado a la luz pública el Tennessee Center for Policy
Research, que ha dado a conocer que Gore pagó casi 30.000 dólares
(más de 21.600 euros), al Nashville Electric Service, por su
factura combinada de gas y electricidad, en su casa, con un incremento
notable desde que lanzó su “An Inconvenient Truth”.
Información que ha sido justificada por la portavoz de los
Gore, Kalee Kreider, asegurando a la cadena de televisión ABC
que cada familia tiene distintas necesidades energéticas, y
que Gore es lo que necesita para su mansión de 930 metros cuadrados,
con veinte habitaciones, ocho cuartos de baño y una vivienda
aneja para invitados. Y se podría también hablar de
que el estilo de vida por el que aboga, no es el que practica con
su uso y abuso de aviones privados.
Por otra parte este “héroe”, cuando era Vicepresidente,
y se había hecho cargo de los asuntos ambientales, domésticos
e internacionales de su país, se negó a firmar el Protocolo
de Kyoto, para reducir las emisiones de gases que ahora él
combate.
Pero es que hay que resaltar que la evolución del contenido
de dióxido de carbono en la atmósfera, y la evolución
de la temperatura a lo largo de la historia geológica pone
de manifiesto que no existe correlación entre ambos parámetros
y que evidentemente los cambios climáticos fueron de ayer,
son de hoy y serán de siempre.
En todo caso no se debe olvidar que el registro histórico
de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera,
que presentó el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climatológico
(GICC), como justificación para reducir los llamados gases
invernadero, está manipulado, como ha puesto de manifiesto
el profesor Ernst–Georg Beck de la Merian–Schule de Friburgo,
Alemania, demostrando la manipulación de registros de CO2 previos
a 1957.
El Premio de Economía Rey Juan Carlos, Xavier Sala i Martín
Catedrático de la Columbia University y Profesor Visitante
de la Universitat Pompeu Fabra, al referirse a la lucrativa “cruzada
político-climática” de Al Gore, considera que
“Una verdad incómoda” es “una película
bien hecha, dramática y a veces estremecedora, pero con un
pequeño inconveniente: está plagada de mentiras”.
En el Congreso de los Diputados, se acaban de celebrar las Jornadas
sobre Energía y Cambio Climático, a las que he asistido
junto a unos 200 invitados. Hemos podido escuchar a técnicos
del más alto prestigio, que han aportado información
de extraordinario interés, que no voy a traer aquí,
pero que están en las actas. Por decir sólo un dato:
si se cumpliera por todos los países el Acuerdo de Kyoto, transcurridos
100 años la temperatura global habría dejado de incrementarse
sólo 0,07 ºC ¿cuántos sacrificios habría
supuesto?
Se podría traer mil perlas, de este “predicador del
catastrofismo”, que anda buscando apóstoles en el socialismo
español, algunas como ese descaro de decir que el nivel del
mar
subirá siete metros, con unos modelos manipulados, para dentro
de 200 años. El día 22 de octubre me reunía con
el posiblemente más prestigioso especialista español
de modelos atmosféricos, el Prof. José María
Baldasano, Catedrático de la Universidad Politécnica
de Barcelona y también Premio Rey Jaime I a la Protección
del Medio Ambiente (recibido hace varios años), y me aseguraba
que, con la tecnología actual, un modelo de previsión
climática a plazos superiores a 35 ó 40 años
es totalmente una entelequia.
Sin embargo, hablando de clima, parece que todos “zomos zabios”,
todos “zomos zientíficos”, hasta algunos políticos
“ze” lo creen y “ziguen” a pie juntillas a
este “mezías” que anda por España en busca
de incautos “apóztolez”, que le paguen una “pasta
gansa” por escuchar sus tragedias apocalípticas.
Como miembro del Jurado, en pasadas convocatorias, me he sentido
sorprendido al ver que le entregaban el premio Príncipe de
Asturias. Si fuese verdad lo que dice este individuo, de aquí
a pocos años los polos se derretirán, las costas serían
arrasadas con tsunamis, los campos de nabos de la huerta murciana
se anegarían, y todo ello sin olvidar los problemas creados
por el metano que emiten los pedos de las vacas en la India.
Este individuo, que se está “forrando” a costa
de contar grandes mentiras, basadas en verdades parciales, se contradice
con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC)
de la ONU, también galardonado con el Nobel, para quienes el
deshielo provocado, que aparece en el documental, sólo supondría
un aumento del nivel del mar entre 0,18 y 0,59 metros, a lo sumo,
en contra de los ¡7 metros! que Al Gore profetiza en su película
basura. Es posible que el cambio de temperatura lo estén provocando,
en su bolsillo, los billetes calentitos que se lleva en todas partes,
con su predicación de la Iglesia Climática...
Y pensar que esta película , contando falsedades, se la quieren
endilgar a todos los niños
de nuestras escuelas ¡mardita sea!
Rafael Fernández Rubio Catedrático y Profesor Emérito
Premio Rey Jaime I a la Protección del Medio Ambiente.