Procesaron a Vicky Xipolitakis y a los pilotos de Austral
El juez federal Sergio Torres les trabó a los tres un embargo
por 250.000 pesos a cada uno en tanto se desarrolle la causa por un
delito que prevé penas de 2 a 8 años de prisión.
La situación había sido denunciada ante la Justicia
por la propia empresa -que preside Mariano Recalde- luego de que la
vedette subiera a Internet videos que luego fueron reproducidos por
la señal televisiva TN, en donde se la ve con la mano apoyada
sobre el acelerador del avión.
De igual modo, el comandante Patricio Zochi y su copiloto Matías
Soaje fueron desafectados de su trabajo en la compañía
aérea.
Torres consideró a los tres como “coautores penalmente
responsables de haber ejecutado, a sabiendas, actos que pusieron en
peligro la seguridad de la nave”, según la tipificación
prevista en los artículos 45 y 190 del Código Penal
El hecho ocurrió el pasado 22 de junio durante el vuelo AU2708
que iba desde el Aeroparque metropolitano a Rosario, en el que la
mediática viajó en la cabina invitada por Zochi, y registró
la situación con su celular.
Piloto y copiloto reconocieron la presencia de la vedette pero negaron
que ello haya puesto en peligro la aeronavegación o que se
hayan salido de los protocolos de vuelo, así como que ella
hubiera tenido algún control real sobre los comandos.
En una resolución de un centenar de carillas, el juez consideró
que, por el contrario, Xipolitakis no solo permaneció durante
todo el vuelo en la cabina -y hasta fue invitada a ingesar al avión
como pasajero VIP “por el piloto Zocchi y con la anuencia de
Soaje”-, sino que, violando la reglamentación, manipuló
esos comandos en los momento críticos de despegue y aterrizaje.
Contrasta la declaración de los dos pilotos con los diálogos
en los que se oye a uno de ellos ordenar: “ahí por ahora”
y “ahí, aguanta”, además de que en la filmación
se la ve que “acciona el comando hacia delante”.
Según el juez, la permanencia de Xipolitakis en la cabina
durante todo el vuelo se produjo porque los pilotos “no sólo
consintieron sino incluso fomentaron” su actitud, aun durante
el despegue y aterrizaje del avión, es decir en “las
fases críticas”.
En otro tramo de los resolución, Torres dejo asentado que
de los diálogos surgen que “los alaridos propinados por
Xipolitakis se compadecían más con un ambiente de juerga
y por momento tenían clara connotación sexual”.
También resaltó que la vedette utilizó su teléfono
en vuelo mediante la aplicación Whatsapp.
En tanto, los pilotos afirmaron que en la actualidad ya no rige la
antigua prohibición de utilizar telefonía celular durante
el vuelo y que esta se adopta sólo en circunstancias particulares.
En el caso, Torres concluyó que “se dejaron de lado
las acciones propias de una profesión tan delicada, para con
toda liviandad y alboroto, transformarlo en un irresponsable juego
cuasi-mediático”.
El juez consideró oportuno recomendar también como
cuestión de seguridad aérea a futuro la “restricción
de las facultades del comandante para determinar la admisión
de pasajeros en la cabina de mando y, de la tripulación en
general, para habilitar la ubicación de pasajeros VIP en asientos
que no corresponden a la clase de su boleto de embarque.