Incidentes en la marcha por el Día del Trabajador en Santiago
de Chile
Los habituales enfrentamientos entre Carabineros y un grupo de encapuchados
marcaron el cierre de la masiva marcha por el Día del Trabajador
convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que reunió
a miles de personas en las calles de Santiago y estaba autorizada
por del gobierno.
Como consecuencia de estos enfrentamientos se produjeron algunas detenciones,
que aún no fueron cuantificadas por las autoridades, del mismo
modo que no hubo aún una estimación de la cantidad de
asistentes, aunque los organizadores hablaron de "100.000"
y Carabineros de "más de 10.000".
Los principales reclamos fueron una reforma tributaria que asegure
derechos que hoy no tienen garantía constitucional, la necesidad
de establecer un nuevo sistema de pensiones que le ponga fin a las
AFP privadas (Administradoras de Fondos de Pensiones), y un nueva
institucionalidad laboral (nuevo código del trabajo).
La marcha comenzó a las 10 de la mañana desde el frontis
de la Universidad de Santiago, continuando por la emblemática
Alameda hasta la intersección con calle Brasil, donde se realizó
el acto principal de la masiva movilización.
En el discurso de cierre del acto, Bárbara Figueroa, presidenta
de la CUT, llamó a un gran paro nacional para el 11 de julio
y emplazó a las autoridades de Carabineros y al presidente
de Chile, Sebastián Piñera, a que repliegue sus fuerzas
“represivas” de las calles, para que el acto pueda desarrollarse
con tranquilidad.
También expresó su rechazo a la propuesta del gobierno
para el aumento del salario mínimo, que no cuenta con el apoyo
del Parlamento, ni de los trabajadores, quienes exigen 250.000 pesos
chilenos (530 dólares) en vez de los 205.000 pesos chilenos
(435 dólares) propuestos por el gobierno.
Inclusive, remarcó Figueroa, una familia de cuatro integrantes
necesita un ingreso de 400.000 pesos (850 dólares) para salir
de la pobreza.