Un ardid de Clarín le hizo perder a los jubilados U$S 133
millones
El multimedios licuó sus deudas con dinero de la ANSeS, desde
2007 a esta parte, el organismo tuvo una pérdida multimillonaria
por la caída estrepitosa del valor de las acciones. El titular
de la UIF, José Sbatella lo había denunciado.
Los activos que la ANSeS tiene en el Grupo Clarín (9 % de
las acciones) vienen padeciendo estos años un fuerte deterioro,
producto de las decisiones del directorio de la compañía,
encabezado por Héctor Magnetto. Además de no recibir
durante los últimos tres años ni un centavo por las
utilidades obtenidas por la empresa, la ANSeS ha sufrido una sustancial
pérdida del valor del capital accionario, como consecuencia
de la depreciación de las acciones.
Las acciones de Clarín, que en noviembre de 2007, cuando las
AFJP ingresaron a la compañía, cotizaban a $ 32,6, hoy
lo hacen a $ 20,2 por acción. En tres años, a pesar
de la inflación, los papeles de Clarín cayeron un 38
% en pesos, y 53 % en dólares. Caída que llegó
a orillar el 90 % en noviembre de 2008, mes en el que el Senado aprobó
la estatización de las AFJP.
En otras palabras, un trabajador que en 2007 tenía un capital
de U$S 100 dólares en acciones de Clarín, hoy se redujo
a sólo U$S 47. Esta baja implicó una pérdida
de U$S 133 millones para la ANSeS, cuyo patrimonio accionario en el
emporio de Magnetto es de 25,8 millones de acciones. Es decir, unos
$ 545 millones, que por la difícil situación jurídica
por la que atraviesan las principales empresa, subsidiarias del grupo
–Fibertel, Multicanal, Papel Prensa– difícilmente
puedan ser recuperadas algún día. El cálculo
es muy simple: el capital accionario que tenían en sus manos
las AFJP, y que en 2007 trepó a los $ 847 millones (U$S 262
millones de entonces) hoy sólo vale $ 523 millones (U$S 129
millones).
LA ESTAFA. Este desplome de las acciones de Clarín, que perjudicó
el patrimonio de la ANSeS, de los jubilados y de quienes hacen aportes
jubilatorios, no fue fruto del azar. Formó parte de una estrategia
financiera pergeñada por el directorio de la compañía
a fines de 2006, cuyo objetivo fue usar los apetecibles fondos de
los jubilados depositados en las AFJP para subsanar la crítica
situación económica que atravesaba la empresa. Los balances
de 2005 demuestran que Clarín tenía pérdidas
acumuladas por $ 1.303 millones; un pasivo corriente (deudas a corto
plazo) de $ 3345 millones; un quebranto impositivo de $ 200 millones;
y un patrimonio neto de $ 663 millones. Esta maniobra incluso fue
denunciada a la justicia por la Unidad de Información Financiera
(UIF). Este organismo acusó a Clarín y al JP Morgan
Chase –banco colocador de las acciones– de “manipulación
de precios de acciones” del Grupo Clarín y otras compañías,
que fueron adquiridas por las AFJP. Su denuncia se basó en
el testimonio del arrepentido Hernán Arbizu, ex ejecutivo del
JP Morgan, quien ante la justicia aseguró que el dinero de
las AFJP “fue usado por Clarín en una maniobra para comprar
acciones a un precio sobrevaluado, que terminó afectando el
patrimonio de los jubilados cuando los títulos se ubicaron
en su valor real”.
Según surge de sus balances, un paso clave en esa maniobra
denunciada por el ex banquero, Arbizu consistió en maquillar
los balances del grupo correspondientes a 2006, año previo
a la colocación de sus acciones en la Bolsa. Concretamente,
contrarrestando notablemente todos los indicadores de los ejercicios
anteriores, el grupo manifestó haber obtenido utilidades por
869 millones de pesos. Cifra que fue un… ¡6.584 %! superior
a la obtenida en 2005, donde la ganancia fue apenas de $ 13,5 millones.
Con esas sorprendente utilidades, que hasta hoy Clarín nunca
volvió a obtener, el emporio de Magnetto con la complicidad
las AFJP, logró justificar el alto valor de las acciones “sobrevaluadas”
de la compañía, y quedarse así con los aportes
jubilatorios de muchos trabajadores argentinos. Las acciones apenas
salieron al mercado alcanzaron su máximo valor histórico
de $ 32,7, pero que tan sólo un año después se
desplomaron a $ 3,7. Para los futuros jubilados, esta estrategia financiera
implica a la fecha una pérdida de U$S 133 millones. Por el
contrario, para el Grupo Clarín fue una manera de obtener fondos
frescos, sin costo financiero alguno, lo que le permitió al
multimedios deshacerse de la enorme deuda que acarreaba desde el año
2000. Los balances muestran que el pasivo corriente de la compañía,
que en 2005 llegaba a $ 3.345 millones, hoy es sólo de $ 2.071
millones.