Opinión - por Hector Luis Lacreu, Departamentoto. de Geología
-UNSL
Historias de pueblos y templos que no se inundaron
Las recientes inundaciones por desborde de los ríos nos permiten
proponer algunas reflexiones acerca de estos problemas, que desde
ya anticipamos no son naturales sino derivados del mal uso del territorio.
Es frecuente que muchos pueblos crezcan y se expandan en las proximidades
de ríos como ha sido el caso de Quines, Candelaria, Santa Rosa,
Concarán, etc. Ello se comprende debido a los beneficios que
el agua trae, pero también tiene sus riesgos como quedó
en evidencia recientemente. Una vez que los pueblos están construidos
se puede analizar técnicamente como evitar las inundaciones
o como reducir sus daños.
En esta oportunidad quiero recordar que hay pueblos y tesoros de
la humanidad, que en ocasiones pueden representar un obstáculo
para el avance de otras obras humanas y aquí aparecen conflictos
de intereses que se pueden resolver desistiendo de las obras o resolviendo
los problemas que dichas provocan. En este sentido, se mencionan dos
casos históricos que podrían ayudar a reflexionar acerca
de la pertinencia/conveniencia de resolver en forma definitiva el
riesgo de inundación de pueblos de San Luis como los antes
mencionados.
La historia nos muestra que hay casos extremos en los que hubo razones
económicas, cuya razonabilidad es opinable pero, de hecho,
en 1979 ocurrió el traslado de los 5000 habitantes del pueblo
de Federación, Entre Ríos, amenazado por la inundación
que causaría la construcción de la represa binacional
Salto Grande. Este es un caso en donde la necesidad de energía
hidroeléctrica destinada al bien común fue considerada
más importante que los deseos de los habitantes de dicho pueblo.
Por supuesto un traslado de esas características trae consigo
múltiples situaciones desagradables relacionadas con el desarraigo
y también muestra como con el tiempo es posible transformar
las amenazas en oportunidades que pueden ser bien utilizadas. Ver
este enlace.
También hubo riesgos de inundación en los templos
egipcios de Abu Simbel, Egipto, que eran y son patrimonio de la Humanidad
e iban a quedar inundados por la construcción de la represa
de Assuan sobre el río Nilo. El valor histórico de dicho
templo labrado en las montañas, no impidieron que en 1964 se
decidiera ponerlos a buen resguardo y se procedió literalmente
a cortar la montaña en rodajas para que, convenientemente numeradas,
fueran trasladadas y re-construidas en una nueva localización
más segura. De este modo se pudo concretar la represa sin perder
dichas reliquias. Ver
este enlace.
Finalmente hay que tener en cuenta que a la ciencia y la técnica
no son “mágicas” y no siempre tienen las soluciones
que a uno le gustaría. A veces hay que tomar decisiones como
las que nos muestras los dos ejemplos mencionados y en cualquier caso,
la comunidad afectada siempre es la principal actora que debe conocer,
adoptar y consensuar las mejores decisiones.
Dr. Hector Luis Lacreu
Dpto. de Geología -UNSL
04-03-2015