Doble crimen en La Toma
La muerte de las dos hermanas puso nuevamente de relieve
la falta de seguridad que hay en la provincia
San Luis (Perl) 10-03-10. Ayer antes de reunirse con el ministro
de Seguridad, la intendenta de La Toma, Domiga Torres dijo que si
no recibía respuestas vendría "con el pueblo"
si era necesario, para que sean escuchados los reclamos por más
efectivos policiales. Tienen solo 6, que trabajan en tres turnos.
Hubo un encuentro con el ministro de Seguridad, Edgar Amieva Saravia,
del que también participaron legisladores provinciales y comunales.
Lucía Estela Zanón, de 34 años y su hermana Liliana
Lorena Funez, de 23, que habían sido halladas muertas en un
descampado en la zona de La Toma Vieja, tras ser atropelladas por
un vehículo y posteriormente degolladas el domingo último,
recibieron sepultura ayer al mediodía en medio de escenas de
profundo dolor.
Lucía Estela Zanón, de 34 años y su hermana
Liliana Lorena Funez, de 23, salieron a las ocho de la mañana
del domingo de la casa materna, ubicada en el barrio 70 Viviendas
para cumplir, una promesa con la Difunta Correa.en la pequeña
población cabecera del departamente Coronel Pringles, distante
80 kilómetros de esta capital. Lo hacían caminando hacia
la ermita y fueron halladas alrededor de las 19 de ese día
-tras la insistente reclamo de su madre, Ana María Brandan-
en un descampado próximo al poblado.
Ayer en la tarde, cuando Periodistas en la red
tomó contacto con la Comisaría 16ª con asieton
en la cabecera del departamento Coronel Pringles, la policía
buscaba datos para intentar esclarecer el aberrante crimen y la División
Investigaciones de la capital puntana trabajaba para dilucidar el
caso.
El informe brindado por esa seccional fue escueto y se limitó
a decir que "se continúan tomando declaraciones a personas
que pudieron haber visto algo" de lo sucedido. Hasta el momento
no se informó de ninguna pista firme y tampoco ninguna persona
ha quedado detenida.
Los cuerpos sin vida de las mujeres fueron hallados un par de metros
campo adentro, en el camino de tierra que conduce a la Difunta Correa,
en la zona conocida como La Toma Vieja.
El lunes, espontáneamente, a partir de los mensajes de los
oyentes de una emisora local y del seguimiento periodístico
que se le dio al tema, los vecinos de La Toma decidieron congregarse
en la plaza del pueblo a las 18 y posteriormente, una marcha de silencio
se dirigió hacia la capilla de Lourdes, luego pasó por
la comisaría y terminó su recorrido en la intendencia
municipal. Los pobladores estaban consternados.
El informe brindado a la prensa por el forense Ricardo Torres, de
San Luis, indicó que ambas mujeres, por los cortes recibidos,
con un cuchillo de poco filo, "tenían imposibilitada la
función respiratoria". Los cortes afectaron las vía
respiratorias y alcanzaron la carótida y la yugular.
Los resultados de la necropsia descartaron que hubiesen sido abusadas
sexualmente como se especuló en un principio.
Según los datos recogidos en la escena del crimen y los que
posteriormente arrojó la necropsia, Lucía y Liliana
podrían haber sido atropelladas a propósito por un vehiculo
que se habría conducido a alta velocidad, lo que les produjo
algunas fracturas y posiblemente hayan quedado inconscientes, ya que
no se encontraron señales de haberse defendido. Luego de ser
embestidas, el atacante las degolló.
"Si el arma blanca hubiera cortado bien, (las heridas) tendrían
otro recorrido. Tuvo que hacer la retoma para que el cuchilla penetrara",
explicó a la prensa el forense.
Ambas vivían en San Luis, pero iban los fines de semana a
La Toma de donde eran originarias y reside su madre, Ana María
Brandán.
El enojo de la intendenta
En diálogo con la prensa capitalina, antes de reunirse con
el ministro de Seguridad, Dominga Torres expresó que de los
muchos infortunios que le tocó vivir a raíz de fenómenos
naturales y otras situaciones que ocurrieron durante sus seis años
de gestión, el del domingo último era el lo más
aberrante que le había pasado.
Y estaba enojada con razón, porque ya había intentado
llevarle a Amieva Saravia su reclamo por más efectivos. Asegura
-contradiciendo otras fuentes- que solo hay seis uniformados para
una población de alrededor de 10 mil habitantes. Con el agravante
que al trabajar en tres turnos, solo hay dos efectivos disponibles
de manera permanente.
Contó que hace poco tiempo, uno debió salir a atender
una emergencia y solo quedó apostado el restante. "¿Y
si tenía que salir a atender otro llamado?", se preguntó
visiblemente molesta.
Periodistas en la red ha denunciado -y se lo ha expuesto a los sucesivos
ministros de la Legalidad en su momento y de Seguridad, como así
también a todos los jefes de Policía que puso este gobierno-
que además de la falta de elementos, lo que ocurre en la provincia
es que hay menos efectivos que en 1983, cuando se reinstauró
el sistema democrático. La población ha crecido exponencialmente
y la fuerza policial ha ido decreciendo.
Amieva Saravia, cuando los mercedinos pusieron el grito en el cielo
por la ola de inseguridad que estaban viviendo, hace apenas unas semanas,
prometió que llevarían efectivos de otras jurisdicciones.
Hizo falta una pueblada para que el ministro reaccionara, pero dejó
supeditada otras decisiones al gobernador Rodríguez Saá,
a quien tan bien caracterizó como "el patrón que
decide".
En Mercedes hubo víctimas fatales de la delincuencia y algunos
crímenes todavía siguen sin esclarecerse.
Lo sucedido en La Toma el domingo volvió a abofetear al ministro.
Ayer en la reunión habría prometido lo mismo que en
Mercedes, según se supo extraoficialmente: enviar policías
desde otro lugar. "Desvestir un santo para vestir otro",
según el refranero popular.
Quizá este crimen pudo haberse evitado o no con la terea preventiva
de la policía. No se puede hacer futurología del pasado.
Pero lo que si es cierto, que mientras más efectivos haya "caminando
en las calles", como reclamó Dominga Torres, más
dificultada verán su tarea los delincuentes. En la víspera,
el propio diario del gobernador reconociía en su crónica
de los hechos que la droga y el mal vivir habían hecho pie
en la cabecera del departamento Pringles.
Informe: Gustavo Senn
gustavosenn@gmail.com