Finalizaron los alegatos
El juicio a represores continuará el lunes;
entra en sus instancias finales
San Luis (Pelr) 05-03-09 El juicio a los militares y polícias
acusados de crímenes de lesa humanidad entra ya en su etapa
final a partir del lunes, que será la próxima audiencia.
Se estima que en la semana próxima se conocerá la sentencia.
Ayer se produjeron los alegatos de los defensores de los dos últimos
acusados: Luis Orozco y Miguel Fernández Gez. Alfredo García
Garro y Eduardo Esley por Orozco y Daniel Mercado, por Fernández
Gez.
García Garro solicitó la "prescripción
penal de las acciones por las que se le acusan a Luis Alberto Orozco",
y dijo que su defendido "es inocente de todos los cargos que
se le pretenden endilgar" y solicitó que "se lo absuelva
libremente y en el hipotético caso que sea condenado, dejo
reservado la instancia de Casación y el caso federal".
El codefensor, Eduardo Esley, puso en duda la autoría del
crimen: "¿Quien mató a la señorita Fiochetti?
¿Quien la mató? ¿Dónde la mataron? Tres
preguntas sin respuestas", enfantizó para a renglón
seguido ironizar ¿La mató Orozco?¿La mató
Plá? Creo que el coronel Fernández... Ahh! También
pudo ser Juan Carlos Pérez o Becerra ¿Quién,
cuándo, dónde, cómo...? De aquí no ha
salido
El último en exponer fue Daniel Mercado, quien cargó
las tintas sobre el titular del "verdadero poder" en San
Luis, Juan Carlos Moreno, a quien responsabilizó como autor
mediato por las acciones llevadas a cabo en los crímenes por
lo que se acusan a los imputados. "Pido para mi coronel, este
coronel del Ejército de San Martín y de Belgrano, que
se lo absuelva de los crímenes que se le acusan", porque
"en este proceso no hay pruebas en contra de él. Para
mi, creo que la solución correcta sería dictar la sentencia
absolutoria de los cuatro cargos de tortura, de los cuatro cargos
de privación ilegítima de la libertad y de los tres
cargos de homicidio".
García Garro y Esley
"No hemos avanzado nada, no hemos encontrado la verdad material.
Me quedan infinidad de interrogantes que no se pueden dilucidar",
dijo el más jóven de los abogados que agregó
que este juicio tiene "un final anunciado".
"Me voy vacío, decepcionado" señaló
el abogado que aseguró además que lo que ocurrió
en la década del '70 fue "una guerra civil entre dos sectores
violentos" de la Argentina, "una guerra en donde no sabíamos
quien ni donde estaba el enemigo". "Eran dos grupos humanos
antagónicos, violentos; uno quería imponer sus ideales
por la fuerza y otro por la fuerza trataba de impedirlo".
Consideró que el proceso habia sido carente de imparcialidad
y citó a Joaquín V. González diciendo: "donde
hay poca justicia, es difícil tener razón".
Argumentó que en los procesos que se vienen llevando adelante
en el país "hay una inequidad palmaria", puesto que
mientras se sigue juzgando a militares e integrantes de las fuerzas
de seguridad, "por actos de terrorismo de Estado, por otro lado,
han quedao eximidos de sus responsabilidades, autores de crímenes
de bandas no menos aberrantes, como las bandas terroristas. Y estas
personas, como si fuera poco, se han beneficiado con las leyes de
anmistía", dijo García Garro.
Aclaró asimismo que "los delitos de lesa humanidad se
producen por hombres, no por entidades abstractas como los Estados".
En otro párrafo atacó a los integrantes del Tribunal
y a los acusadores, indicando que: "las personas acusadas de
aberrantes delitos acá están; no se las quita nadie,
ni a ustedes ni a las fauces sangrientas de la querella y la Fiscalía.
Pero desde ya les digo que la historia, la justicia y sobre todo sus
propias conciencias, le van a pasar la cuenta de cómo han actuado
ustedes en el caso".
"Es fácil administrar justicia, lo que es difícil
es ser justo", dijo antes de pedirles que estuvieran "a
la altura de las circunstancias" y que se limitaran "a lo
que se desprende de la causa; dejen atrás cualquier tipo de
apasionamientos y preconceptos. Sobre todo, lo que me haría
sentir orgulloso de ustedes, es que dejen de lado cualquier tipo de
presiones".
Avanzó contra la acusación, a la que calificó
de "mentalidad fabuladora" que trabajó con "argumentos
inquisidores", "quizá para quedar bien con el gobierno
de turno"
A la fiscal le reprochó acusar "con un fundamentalismo
talibanesco, con resentimiento" y dijo que su acusación
debería ser descalificada "porque actúa con un
total desconocimiento de los hechos y peca de una actitud cómoda,
porque no se interiorizó de los mismos" y "ha violado
premisas fundamentales", porque "el ministerio público
debe velar por la legalidad del proceso y debe buscar la verdad, aportando
pruebas conducentes y valederas".
También Esley cargó contra la Fiscal Allende y dijo
que le parecía "una manera extraña de conservar
la estabilidad laboral. Yo he escuchado muchas acusaciones fiscales
y me da pena saber que una funcionaria judicial que ostenta tan delicado
cargo, por temor, amenazas, en fin, permuta este cargo por estabilidad
laboral. Da pena, realmente da pena", insistió.