Liberaron a 37 personas que trabajaban en talleres clandestinos en condiciones de esclavitud

Treinta y siete personas de nacionalidad boliviana, ente ellos seis menores, que trabajaban en condiciones de esclavitud en un taller textil fueron liberados este jueves en tres allanamientos realizados en la localidad bonaerense de Longchamps, partido de Almirante Brown.

Fuentes judiciales informaron a Télam que las 37 víctimas vivían hacinadas en el mismo taller de tan sólo 24 metros cuadrados, que les pagaban un peso por prenda confeccionada y los obligaban a comprar comida a precios sobrevaluados en el mercado de la suegra del dueño del taller.

Por el caso hay tres detenidos, todos miembros de una familia también de nacionalidad boliviana, aunque el máximo responsable del taller clandestino está prófugo y se lo busca en el norte del país, dijo a Télam el capitán Marcelo Andrada, a cargo del operativo.

Los tres allanamientos fueron realizados por personal de la Subdelegación Departamental de Investigaciones de Esteban Echeverría en tres domicilios de la calle Bolívar 3300 del barrio "Rayo de Sol" de Longchamps, al sur del conurbano bonaerense.

El principal procedimiento se realizó en Bolívar 3331 donde fueron liberadas las 37 personas, entre ellas seis chicos de entre 3 y 11 años. Durante los operativos, se secuestraron maquinaria textil, dinero y prendas, precisó Andrada.

Los operativos fueron el fruto de una investigación dirigida por la Fiscalía Federal 1 de Lomas de Zamora, a cargo de la fiscal Karina López y la secretaria Mariana López.

La investigación se inició en noviembre pasado cuando una de las personas esclavizadas logró escapar y contó lo sucedido a los vecinos que radicaron la denuncia.

La fiscal López ordenó entonces tareas de inteligencia en el domicilio y escuchas telefónicas y tras varios meses de investigación obtuvo hoy los allanamientos.

Los 37 bolivianos no sólo trabajaban sino que también vivían y dormían en el mismo taller que estaba emplazado en una construcción precaria de 8 metros por 3.

Los voceros judiciales indicaron a Télam que en ese taller se confeccionaban prendas de jean, especialmente pantalones, para marcas de indumentaria registradas, entre ellas Depo, CyC y Fox.

Los investigadores determinaron que las familias bolivianas que trabajaban allí eran traídas engañadas al país con la falsa promesa de trabajo digno y la obtención de la ciudadanía argentina.

"Sin embargo, ni bien llegaban al país eran recluidos en el taller donde los tenían encerrados con candado", explicó la fuente judicial.

El lugar sólo cuenta con un baño de un metro por un metro donde hay un inodoro, al que sólo accedían pidiendo permiso, y las duchas estaban al aire libre.

Las fuentes también contaron que a los trabajadores sólo se les pagaba un peso por pantalón y sólo al jefe del grupo familiar.

A los trabajadores no les daban de comer, sino que los obligaban a comprar la comida en el mercado que la suegra del encargado tenía al frente de la propiedad y el costo era descontado de los sueldos.

"Lo más curioso es que como esta gente estaba encerrada y no sabe cuánto salen las cosas, encima los estafaban con el precio de la comida, ya que por ejemplo una botella chica de gaseosa se las cobraban cinco pesos", dijo a Télam una fuente judicial.

Los tres detenidos son una mujer de 70 años que es la encargada del mercado y suegra del dueño del taller; su marido que, según las fuentes, tenía el rol de "cuidador" y la llave del candado, y un cuñado del principal imputado.

Tras la liberación, personal del Ministerio de Desarrollo Social y la Dirección de Migraciones decidían el lugar a donde serían alojados las 37 víctimas.

 

 

 

 
   
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