Fondos buitre: el mayor fondo de inversión mundial, a favor
de Argentina
Se trata del billonario Larry Fink, CEO de Black Rock, quien se presentó
ante la Corte de New York para defender la postura de nuestro país
en torno al conflicto legal con los fondos especulativos.
El multimillonario Larry Fink, CEO estadounidense del mayor fondo
de inversión del mundo, Black Rock, se presentó ante
la Corte de Apelaciones de Nueva York para defender la postura argentina
en su batalla legal contra los fondos buitre.
Fink, de 60 años de edad y que mueve 3,6 billones de dólares
al año, se presentó, al igual que Estados Unidos el
pasado 28 de diciembre, en defensa de la posición argentina,
para evitar un default técnico, si llega a prosperar en la
Cámara de Apelaciones el fallo del juez Thomas Griesa, que
será revisado por dicha Corte.
De esta forma, se sumó a la lista de poderosos enemigos de
Paul Singer, el multimillonario dueño de Elliott, que a su
vez es propietario de NML, el fondo buitre que litiga contra el país
y pide por el 100% de sus tenencias en default.
Según la revista Forbes, que lo ubica como la 42da. persona
más poderosa del mundo, "Fink es a menudo la primera llamada
de teléfono que realizan los gobiernos o las empresas en dificultades",
asegura, y agrega que tiene clientes como Alemania, Grecia y AIG (la
mayor aseguradora del mundo).
Fink maneja los ahorros de la jubilación de millones de trabajadores,
"siendo el 60 % del total de BlackRock activos a largo plazo
bajo la dirección son los inversores institucionales, incluidos
fondos de pensión".
Fink se suma a otros fondos titanes de riesgo, como Gramercy y Fintech,
que junto con otros como Brevan Howard y Alliance Bernstein, reúnen
acreencias de bonos del canje de la Argentina, por más de 3.000
millones de dólares.
La semana pasada, el fiscal de Estados Unidos presentó a la
Corte la posición de su Gobierno sobre al asunto, donde planteó
como "una cuestión de importancia excepcional" para
el gobierno de Estados Unidos, que la Corte efectúe una revisión
total de dicho fallo del 26 de octubre con el Tribunal pleno, y en
particular de la interpretación "novedosa" de que
Argentina violó la cláusula de tratamiento igualitario
a los acreedores.
El argumento de EE.UU. se basa en dos puntos centrales, que fueron
explicados en detalle: que "la interpretación del pari
passu es incorrecta y adversa a los Estados Unidos"; y que "la
injunction (la condena de Griesa a la Argentina a pagarle a los demandantes
con fondos de los que ingresaron al canje de deuda) contraviene las
leyes de Estados Unidos de inmunidad soberana, FSIA (por sus siglas
en inglés), y podría dañar las relaciones exteriores
de los Estados Unidos".
La administración de Barack Obama considera que el fallo de
la Corte del pasado 26 de octubre "aprobó una nueva interpretación
a la estándar de la cláusula del pari passu que se encuentra
en muchos instrumentos de deuda soberana, de una manera que va en
contra de los esfuerzos estadounidenses de larga data para promover
reestructuraciones de la deuda ordenada".
Cuestionó que con dicha sentencia se "ratificó
además una medida cautelar que restringe la disposición
de los activos de los Estados soberanos que no están sujetos
a la ejecución según la ley de inmunidad soberana de
los Estados Unidos (FSIA, por sus siglas en inglés)".
En tanto la Argentina, en su presentación pidió que
se respete el principio de equidad, para no afectar a los bonistas
que ingresaron al canje.
Si ello ocurre, estaría dispuesta a considerar el envió
de la ley al Congreso para suspender la Ley cerrojo, lo que podría
en igualdad de condiciones a los holdouts respecto de los acreedores
que ingresaron al canje, en recibir un evnetual oferta igual o menor
a la ya ofrecida al 93% que ingresó en las operaciones del
2005 y del 2010.
Según Adrián Cosentino, "lo que se ha planteado
-a la Corte- no es un nuevo canje sino el procedimiento que debería
seguir la Argentina si la Cámara falla bajo el principio de
equidad", dijo, sobre un eventual desenlace del juicio.