Sepultaron a las víctimas del cuádruple crimen de Las Heras

Un centenar de familiares y amigos despidieron el sábado los restos del matrimonio de ancianos, su hija y su nieto adoptivo de 10 años, hallados asesinados el jueves tras un confuso episodio en el departamento mendocino de Las Heras en el que aún no está claro el rol que cumplieron dos menores.

En tanto, el adolescente de 13 años que aseguró que su amigo de 10 mató a sus tres familiares y luego él debió asesinarlo porque lo atacó, continuaba alojado en dependencias de la Dirección de Niñez a la espera de que le realicen exámenes psiquiátricos.

El cortejo con las cuatro víctimas partió a las 11 desde una sala velatoria ubicada en Olascoaga al 700 de Las Heras hasta el parque descanso Los Apóstoles del distrito Algarrobal.

Allí fueron sepultados los cuerpos de Alí Miguel (79), su esposa, Sara García (84), la hija del matrimonio, la docente Mónica Miguel (49), y el hijo adoptivo de ésta, Exequiel Miguel (10).

Además de familiares, se congregaron en el lugar gran cantidad de maestras que eran compañeras de escuela de Mónica.

El padrino del menor asesinado, Rubén Molina, insistió en que su ahijado Ezequiel "sufría de esquizofrenia y venía desde hace mucho tiempo con tratamiento psicológico por sus violentas reacciones en la familia".

Sin embargo, Molina dijo a Télam que no cree que solo Ezequiel haya sido el que actuó en los asesinatos, sino que, a su entender, "contó con ayuda" debido a que pudo observar que "el cuerpo de Alí Miguel había sido arrastrado más de ocho metros, demasiado pesado para la fuerza de un niño".

Según el padrino del niño, "pudo haber habido una participación de ambos menores y al final se enfrentaron", por lo que su ahijado recibió varias puñaladas en su cuerpo.

Recordó que vio nacer a los dos menores, que vive en el lugar hace 35 años y que el adolescente sobreviviente "nunca demostró actitudes violentas, sino que al contrario, era aceptado por sus amigos y con quien tenía más amistad y compartía más tiempo era con Exequiel".

El chico de 13 años continuaba alojado en dependencias de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) por disposición del fiscal de menores del caso, Gustavo Farmache.

Allí, se le practicarán estudios psiquiátricos, se analizará su entorno y luego se resolverá si se lo envía a un instituto de menores o si es entregado en guarda a algún familiar.

Los investigadores dijeron a Télam que en el caso persisten solo dos hipótesis, descartada la inicial, planteada por el sobreviviente, de un hombre había entrado a robar a la casa y había matado a la familia.

Una es que el chico de 10 años, en un ataque de ira, asesinó a su madre, a sus abuelos y al intentar matar a su amigo, éste lo último en defensa propia y la otra, que el adolescente asesinó a los cuatro integrantes de la familia.

 

 

 

 

 
   
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