Descontento entre los padres

Renunció la directora de la escuela donde los chicos vieron pornografía

San Luis (Pelr) 05-08-14 Finalmente el hilo se cortó por lo más delgado y terminó renunciando la directora del establecimiento educativo donde una madre descubrió que su hijo que va a 3° grado veía pornografía en horas de clase. Las autoridades señalaron a los padres como los que debían mantener el control sobre las actividades de sus hijos. No habría habido autocrítica por parte del ministerio de Educación sobre las medidas de seguridad que contienen las computadoras que se entregan a los más pequeños.

La semana pasada, una vez que se conoció el tema, a través de la publicación de Periodistas en la red, el vice ministro de Educación Guillermo Visco, en declaraciones a El Diario de la República, minimizó el problema y puso el foco de atención en las medidas que los padres debían tomar para resguardar a sus hijos para que no vieran contenido inconveniente.

Allí también dijo que las PC que manejaban los niños, tenían los filtros correspondientes y que si se accedía a través de la Autopista de la Información, el control se podía realizar de forma correcta. Pero, contradictoriamente, reconoció que el hecho denunciado ante el ministerio y ante la Policía, había ocurrido en horas de clase, según el historial del navegador. Es decir, cuando estaban conectados a través de la AUI.

Este periodista, que se conecta a través de una antena del Wi Fi que provee el gobierno y no tiene otro medio de contacto con la red en su domicilio, quiso corroborar si era posible acceder a este tipo de contenidos a través de un motor de búsqueda y corroboró que colocando cualquier palabra clave, se accedía sin problemas a sitios donde se ofrece pornografía. Es decir, que una vez más la realidad contradice las palabras de Visco.

Ahora bien, si se aumentan la categoría de los filtros en el navegador, se restringe también el acceso a contenidos inconvenientes para los menores. Es cierto que se pude volver a reacomodar esa configuración y dejarla de libre acceso a todos los sitios que están en la web, pero parece poco probable que esto haya sucedido en todas las máquinas. Más bien puede resultar más fácil que nunca hayan tenido configurado los parámetros para que esto pudiera evitarse.

Aún cuando los hechos referidos hayan ocurrido en una escuela, con el agravente de que la maestra (a punto de jubilarse) no tuvo el tino de mirar lo que los pequeños veían y cuando lo descubrió, intentó tapar el hecho borrando el historial de las páginas visitadas, lo importante es poder actuar de aquí en adelante poniendo las máquinas en orden para que esto no vuelva a repetirse.

Ayer se conoció la renuncia de la directora del establecimiento involucrado -que como lo dijimos en la primera nota, sabemos nombre, ubicación y los demás datos, pero no publicaremos para proteger a los niños- pero el resto de los chicos de la provincia quedarán expuestos a que esto vuelva a suceder.

Es cierto que los padres debemos controlar lo que hacen nuestros hijos, involucrarnos de manera directa en su educación, pero también es cierto que el Ministerio, los proveedores de las máquinas y la AUI deben hacer su cuota parte para que el resultado sea satisfactorio y los elementos tecnológicos no terminen jugando en contra del proceso educativo. Sino, lo que se diga será un discurso mentiroso.

Por ahora, las autoridades de Educación le ponen el peso de la responsabilidad a los padres y muchos se sintieron molestos porque notan que desde el Ministerio se hacen los desentendidos.

Informe: Gustavo Senn
gustavosenn@gmail.com

 

 

 

 
   
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